Cada día que pasa
siento más emoción viendo al equipo sénior en la cancha. Al principio (y me
remonto a hace más de 2 años) realmente tenía un vínculo sentimental que me
llamaba a asistir a los partidos, pero ahora mi implicación cada vez es más
fuerte y eso es por todos ustedes. Gracias.
A la voz de "1, 2,
3 ¡¡equipo!!", que en ocasiones suena como un coro de voces masculinas que
no tienen sentido, a medida que transcurren los minutos se cobra una vida que
nos hace movernos desde la grada. Esa sensación de todos ser uno empieza a
asomarse con timidez desde el primer cuarto hasta que en el último ya es un
hecho tangible.
Nuestros ánimos,
vítores y aplausos son desde el corazón porque son todos ustedes los que mueven
esas sensaciones en nosotros. Entre silbatos, gritos, faltas, tiros libres,
enfados, protestas, luchas, marcadores, bocinas, balones, carreras y sudor han
conseguido que todos los que asistimos en calidad de lo que sea (amigos,
familia....) disfrutemos y aprendamos en mi caso a entender este deporte tan
maravilloso pero también complicado y caprichoso.
Hemos compartido
nervios, situaciones de estrés, técnicas y tácticas que no pueden compararse.
Hemos vivido el crecimiento individual y de grupo hasta con arbitrajes bastante
arbitrarios.
Echedey, Lorenzo,
Cristian, Ione, Carluin, Gabriel, Nauzet, Francis y por supuesto ese pedazo de
entrenador Lorenzo, gracias por esas ganas e ilusiones que nos demuestran semana a semana.
Felicidades.
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